La charla previa a cargo de Rafael Lozano tuvo lugar el pasado miércoles en la sala de vídeo del IGME, versando sobre los minerales de Madrid, mientras que este sábado celebramos la salida de campo por las tierras de Bustarviejo, Valdemanco, La Cabrera, Torrelaguna y El Berrueco.
Mientras los dioses de la lluvia trataban de añadir un meteoro más a la larga serie de pruebas que siempre han caracterizado las salidas invernales de AEPECT (recordamos los fríos de Segovia, las nieblas y el rocío de Burgos, los gélidos vientos del Henares,...) y que, una vez más, fueron arrostradas y superadas con nota por los intrépidos asistentes que, impertérritos ante la lluvia que pronto se vió superada y abandonó su acoso, excavaban sin tregua en pos de los más bellos y cristalinos ejemplares que la tierra ocultaba o discutían con sabiduría sobre los extraños misterios que adornan a las pegmatitas.
Y múltiples recompensas hubo a tanto esfuerzo, entre las que no fue la menos la distribución equitativa entre los asistentes de los hermosos cristales arrebatados a las entrañas de la tierra, tras una estupenda cuchipanda de setas, sopas castellanas, corderitos, entrecotes o doradas, según los gustos de cada cual, que nos reconciliaron a todos con el mundo, si es que alguna vez estuvimos peleados con él, antes del paseo final con despedida hasta la próxima (se augura una visita primaveral a Atapuerca y el Museo de la Evolución de Burgos tras la semana santa) en el postrer paseo por el museo al aire libre de El Berrueco.
